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LA BIBLIA PRESENTA A JESUCRISTO COMO EL HIJO DE DIOS

April 28, 2013

El Padre se refiere a Cristo como su Hijo Amado

Mateo 3:16 -17.

 

 Y Jesús,  después que fue bautizado,  subió luego del agua;  y he aquí los cielos le fueron abiertos,  y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma,  y venía sobre él.  Y hubo una voz de los cielos,  que decía: Este es mi Hijo amado,  en quien tengo complacencia.

 

  • Indudablemente la voz que fue escuchada por el bautizador fue la del Padre celestial quien se refiere a Jesús, llamándolo «mi Hijo, el amado»

 

La misma expresión ocurre en Mateo 17:5, cuando en el monte de la Transfiguración el Padre habla de nuevo para decir: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd».

 

Mateo 17:5 

 

Mientras él aún hablaba,  una nube de luz los cubrió;  y he aquí una voz desde la nube,  que decía: Este es mi Hijo amado,  en quien tengo complacencia;  a él oíd.

 

Es evidente que la expresión «mi Hijo amado», usada en Mateo 3:17 y 17:5, guarda una relación muy estrecha con el Salmo 2:7, donde Jehová dice:

 

Salmo 2:7 

 

Yo publicaré el decreto;  Jehová me ha dicho:  Mi hijo eres tú;  Yo te engendré hoy.

 

La referencia a Jesús en el Salmo 2:7 es confirmada por los escritores del Nuevo Testamento (véanse Hch. 13:33 y He. 1:5). El énfasis en dicha expresión tiene que ver con la relación especial entre Jesús y el Padre.

 

Hechos 13:33

 

  la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos,  a nosotros,  resucitando a Jesús;  como está escrito también en el salmo segundo:  Mi hijo eres tú,  yo te he engendrado hoy.

 

Hebreos 1:5

 

 Porque  ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:   Mi Hijo eres tú,    y otra vez: Yo seré a él Padre,  Y él me será a mí hijo?

 

 

 

 

 

 

Satanás reconoce a Jesús como el Hijo de Dios

 

No sólo el Padre Celestial reconoce a Jesús como «el Hijo amado», sino que el mismo Satanás está consciente de esa relación. En Mateo 4:3, 6, el tentador dice a Jesús:

 

Mat 4:3 

 

Y vino a él el tentador,  y le dijo:  Si eres Hijo de Dios,  dí que estas piedras se conviertan en pan.

 

Mat 4:6

 

  y le dijo:  Si eres Hijo de Dios,  échate abajo;  porque escrito está: 

 A sus ángeles mandará acerca de ti,   y,   En sus manos te sostendrán,

 

Dicha expresión es una condicional simple con la que se reconoce la realidad de lo que se dice. De modoque Satanás reconoce el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios. Tal vez una

mejor manera de expresar el sentido de la frase sería «ya que eres Hijo de Dios».

Satanás está consciente de que Jesús sostiene una relación.

 

Cristo reconoció ser el Hijo de Dios

 

Jesús reconoció dicho título y lo aceptó como algo propio, perteneciente a Su Persona.

Un ejemplo de esa aceptación se evidencia en la confesión hecha por Pedro en Cesarea de Filipo. La pregunta de Jesús a los discípulos fue:

 

Mat 16:13 

 

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo,  preguntó a sus discípulos,  diciendo:  ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?

 

Después que Pedro expresó las opiniones de los hombres, Jesús preguntó;

 

Mat 16:15 

 

El les dijo: Y vosotros,  ¿quién decís que soy yo?

 

Pedro respondió a Jesús:

 

Mat 16:16

 

 Respondiendo Simón Pedro,  dijo:  Tú eres el Cristo,  el Hijo del Dios viviente.

 

A raíz de esa confesión, Jesús dice a Pedro:

 

Mat 16:17 

 

Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres,  Simón,  hijo de Jonás,  porque no te lo reveló carne ni sangre,  sino mi Padre que está en los cielos.

 

 

Juan reconoce en el Evangelio a Cristo como Hijo de Dios.

 

El apóstol Juan expresa que su propósito en escribir el evangelio que lleva su nombre es:

Juan 20:31 

 

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,  el Hijo de Dios,  y para que creyendo,  tengáis vida en su nombre.

 

En otro pasaje del mismo evangelio, Juan se refiere a Jesús como el Hijo Unigénito de Dios:

 

Juan 3:16

 

  Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

 

La palabra unigénito (monogene) significa, literalmente, «único en su clase y diferente a toda cosa creada». Jesús es Hijo de Dios en un sentido en que ningún otro ser puede serlo. Cristo, como Hijo de Dios, es de la misma sustanciaque el Padre e igual al Padre en poder y gloria.

 

 

La relación de Jesús con el Padre como Hijo Unigénito no tuvo comienzo, sino que es una relación eterna. En Su oración sumo sacerdotal, Jesús dijo:

 

Juan 17:5 

 

Ahora pues,  Padre,  glorifícame tú al lado tuyo,  con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

 

De modo que Jesús confiesa haber tenido una íntima relación con el Padre, hasta el punto de compartir Su gloria, aun antes de la creación del universo.

 

Es evidente que los judíos contemporáneos de Jesús entendieron a cabalidad el significado de la expresión «Hijo de Dios», usada con referencia a Cristo. Por ejemplo, después de haber sanado a un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo (Jn. 5:5), los judíos procuraban matar a Jesús. La razón principal de tal actitud, en principio, era porque el Señor había realizado la obra de sanidad en el día de reposo. Jesús se dirigió a sus compatriotas, diciéndoles: «Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Jn. 5:17). Después de haber hecho tal declaración los judíos se enfurecieron contra Jesús aún más, y

Juan, el evangelista, añade: «Por esto los judíos procuraban matarle, porque no

sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio

Padre, haciéndose igual a Dios» (Jn. 5:18). Es decir, los judíos se ofendieron

porque Jesús se refirió a Dios, llamándolo «mi Padre». Los judíos entendieron

correctamente que al llamar a Dios «mi Padre», Jesús estaba haciéndose igual a

Dios.

 

 

 

Que los israelitas entendieron las implicaciones de la afirmación de Cristo al llamarse «Hijo de Dios» es el testimonio incontrovertible del Nuevo Testamento. En el mismo evangelio según San Juan, se relata otro enfrentamiento entre Jesús y los judíos. En esta ocasión Cristo afirma: «Yo y el Padre somos una sola cosa» (Jn. 10:30). De nuevo los judíos se preparan para apedrear a Jesús. El Señor pregunta a los judíos: «¿Por cuáles obras me váis a apedrear?» Ellos respondieron: «… Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios» (Jn. 10:33).

 

Pablo presenta a Cristo como el Hijo de Dios

 

Romanos. 1:1–4

 

Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que es del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos

 

En este pasaje, Pablo presenta a Jesucristo como una Persona teantrópica. Es decir, como Dios quien ha tomado naturaleza humana. El evangelio, las buenas nuevas de salvación, es acerca del Hijo de Dios (Persona divina) quien era del linaje de David según la carne (naturaleza humana). Además, dice Pablo, que Jesús fue declarado Hijo de Dios con puder. Debe notarse que en cuanto a la carne, es decir, a Su naturaleza humana, Jesús «vino a ser» (genomenou) o «nació » de la simiente de David (ek spermatas Dauid). Así explica Pablo el origen de la humanidad de Jesús. Sin embargo, en lo que concierne a Su origen divino,

Pablo dice que Jesús fue «declarado», «definido» o «designado» (horisthentos) Hijo de Dios Nótese que Jesús no fue hecho Hijo de Dios a causa de la resurrección, sino que fue declarado Hijo de Dios. Es decir que la resurrección de Cristo es una poderosa confirmación de Su carácter como Hijo de Dios. En resumen, el argumento del apóstol Pablo no es que Jesús se convirtió en «Hijo de Dios» al resucitar de entre los muertos, sino que la resurrección de Cristo es una verificación y una manifestación de Su deidad. La resurrección de Jesucristo es la confirmación de que El es todo lo que dijo ser.

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